Insfrán lanza su operativo con fondos públicos y desde la "Capital del Nepotismo, la Corrupción y la Impunidad"

Lejos de enfocarse en la gestión y las necesidades de la ciudadanía, el oficialismo provincial vuelve a demostrar que las instituciones y los recursos de los formoseños están al servicio de un operativo político que solo beneficia al propio Insfrán. La estrategia de relanzamiento tiene como epicentro El Colorado, un municipio que alguna vez fue llamado la "Perla del Sur" y que, bajo el control del intendente Mario Brignole, se ha convertido, según la oposición, en la "Capital del Nepotismo y la Corrupción".

El Colorado: Un feudo familiar al servicio de Insfrán 

Brignole, quien gobierna la ciudad hace más de 25 años, ha construido un entramado de poder basado en el nepotismo más descarado. Su esposa es diputada, sus hijos ocupan los cargos de presidente y vicepresidente del Concejo Deliberante, y otros familiares ostentan posiciones clave en la municipalidad. Pero el escándalo no se detiene allí: la familia Brignole es, además, dueña de empresas de construcción, ferreterías y alquiler de maquinarias viales que mantienen contratos con la misma municipalidad que ellos administran, consolidando un esquema de corrupción y saqueo de los fondos públicos.

A pesar de las múltiples denuncias por enriquecimiento ilícito, censura y persecución política, la impunidad sigue siendo la norma en El Colorado. Un hecho reciente confirma esta tendencia: Brignole suspendió ilegalmente a los dos concejales opositores que se atrevieron a denunciar estas irregularidades en el recinto deliberante. Hoy, el Concejo Deliberante de la ciudad opera sin representación opositora, completamente manejado por la familia del intendente.

Insfrán elige la impunidad como escenario para su relanzamiento

En este contexto de nepotismo y corrupción estructural, el gobernador Gildo Insfrán ha decidido relanzar su campaña con un acto este sábado 15 en El Colorado, inaugurando la obra de bacheo y reconstrucción de la RP N° 3. Una obra que, más halla de representar una mejora para los coloradenses, se inscribe dentro del entramado de cartelización y corrupción que caracteriza a la gestión del peronismo en la provincia.

Mientras Insfrán y su círculo se empeñan en sostener su poder a cualquier costo, la ciudadanía observa cómo sus impuestos y recursos son utilizados para perpetuar un sistema feudal que beneficia solo a unos pocos. En un año electoral clave, la pregunta sigue abierta: ¿hasta cuándo los formoseños tolerarán este nivel de impunidad y abuso de poder?