Zunny Ocampo:"Queremos que desbloqueen el celular de mi papá, ahí están los mensajes y las llamadas con Armando Felipe Cabrera"
En Ibarreta crece la preocupación por el hostigamiento y la persecución política-policial que sufre la familia de Ramón "Agüita" Ocampo, el contratista asesinado que trabajaba para el diputado provincial y presidente de la Legislatura, Armando Felipe Cabrera. Sus hijos, que reclaman justicia y el esclarecimiento del crimen, denuncian que son vigilados y perseguidos por móviles policiales en las calles del pueblo.
Zunny Ocampo, una de las hijas del fallecido contratista, publicó un video en redes sociales mostrando cómo enfrenta a los policías que la siguen a bordo de una camioneta oficial. "Esa es la camioneta que ya intentó atropellarme. Me siguen por todos lados. ¡Basta de hostigamiento! Voy a denunciarlos ante Gendarmería", se la escucha decir en la grabación.
"Nos vigilan, nos siguen, nos amedrentan, pero no van a callarnos. Lo único que pedimos es justicia"
La joven denuncia que desde que comenzaron a exigir justicia por el asesinato de su padre, la familia sufre un constante acoso por parte de efectivos locales. "Nos vigilan, nos siguen, nos amedrentan, pero no van a callarnos. Lo único que pedimos es justicia", expresó.
El celular que podría revelar la verdad
Zunny Ocampo también reclamó públicamente que la Justicia desbloquee el teléfono celular de su padre, el cual, según sostiene la familia, contiene pruebas determinantes. "Queremos que desbloqueen el celular de mi papá, ahí están los mensajes y las llamadas con Armando Felipe Cabrera. Ellos hablaban todos los días", afirmó.
El reclamo cobra aún más fuerza tras las pruebas difundidas días atrás por los hijos de Ocampo, que demuestran graves irregularidades en la investigación y contradicen la versión oficial del supuesto "suicidio".
Silencio oficial y miedo en la comunidad
Hasta el momento, no hubo respuestas oficiales del Poder Judicial ni del Ministerio de Gobierno. En Ibarreta, el clima es de temor: vecinos aseguran haber visto patrulleros apostados en las inmediaciones del domicilio familiar y denuncian presiones para no hablar del caso.
La familia Ocampo, en tanto, insiste en su pedido: "Queremos justicia, no persecución. No vamos a callar hasta que se sepa la verdad".
