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Amarilla:"La gente votó por contención, no por convicción, el temor natural de que vuelva el kirchnerismo definió la elección"

El presidente del bloque radical en la Legislatura formoseña realizó un análisis profundo del escenario post-electoral. Apuntó al voto funcional al oficialismo, advirtió sobre la crisis de la política tradicional y reivindicó el rol histórico del radicalismo como defensor de los valores republicanos.

El diputado provincial Juan Carlos Amarilla, presidente del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR), ofreció un diagnóstico sin concesiones sobre la realidad política tras las elecciones y el futuro de su partido.

 El voto funcional y la supremacía del anti-kirchnerismo

Para Amarilla, el motor principal de la votación fue la decisión mayoritaria de otorgar gobernabilidad al presidente.

"Ha habido una decisión por parte de la sociedad de darle las herramientas que el presidente está reclamando, es decir, un mayor número en el Congreso", explicó.

Sin embargo, subrayó que detrás de ese apoyo operó un temor más profundo: el regreso del kirchnerismo.

"La gente votó por contención, no por convicción. El temor natural de que vuelva el kirchnerismo definió la elección", sostuvo.

El legislador interpretó que este comportamiento electoral responde a un patrón histórico en la sociedad argentina, que prioriza la estabilidad económica por encima de los valores éticos:

"La sociedad privilegió lo económico sobre lo ético o lo moral. Ya ocurrió durante el menemismo y también en 2011, cuando el kirchnerismo arrasó en Formosa. La gente se aferró a lo que tenía por miedo a perder lo poco que conservaba".
 
El radicalismo y el alto costo de la coherencia

El impacto de la ola nacional fue particularmente adverso para la UCR.

"En este escenario, los más perjudicados fuimos los radicales", lamentó Amarilla, al diferenciar su postura de la del PRO, que "optó por aliarse con el gobierno en casi todo el país".

El diputado remarcó que la decisión de la ciudadanía superó los liderazgos provinciales, y mencionó ejemplos de distritos donde la ola libertaria arrasó pese al poder de los gobernadores.

Respecto al mal desempeño en Formosa, Amarilla fue categórico:

"La gente no se fijó en nuestras propuestas, sino en cuál era la fuerza que había que votar para que el kirchnerismo no vuelva".
Y agregó una reflexión autocrítica pero firme:

"Si nos hubiéramos unido a La Libertad Avanza, hoy estaríamos festejando. Pero dentro de unos meses, cuando todo esto se cuestione, hubiéramos caído en la volteada. Preferimos pagar el precio de la coherencia".

Para Amarilla, el radicalismo eligió sostener sus principios antes que sumarse a una ola pasajera, convencido de que "a futuro siempre se gana cuando se mantiene la coherencia".

 
Crisis de la política tradicional y defensa de los valores republicanos
El diputado también abordó la crisis de representatividad que afecta tanto al peronismo como al radicalismo.

"Hoy no hay cuadros políticos que realmente convoquen. Milei es el producto de esa crisis, porque la sociedad dejó de sentirse representada por los partidos tradicionales", sostuvo.
Amarilla lamentó que desde el poder se haya "destruido el valor de la trayectoria y la militancia".

"Hoy, quien tiene una trayectoria impecable es mal visto. Se atacan a la política y a las instituciones, y eso es gravísimo", advirtió.
Frente a este escenario, consideró que el rol del radicalismo será convertirse en el resguardo de los valores republicanos.

"Las banderas históricas del radicalismo —la educación gratuita, la salud pública, la defensa de los derechos laborales— volverán a ponerse de moda cuando el gobierno avance sobre las conquistas sociales", afirmó.
 
Autocrítica y renovación: el camino hacia adelante
En su cierre, Amarilla reconoció errores en la política de alianzas de la UCR.

"El error más importante fue en las políticas de alianza que trazó el radicalismo en su historia reciente", admitió.
A su juicio, el futuro del partido pasa por fortalecer su estructura interna, sumar afiliados y acompañar a la nueva dirigencia.

"Tenemos que trabajar más para adentro, cuidar a los nuestros, y apostar con fuerza a la renovación política", señaló.
El diputado se mostró optimista sobre el porvenir de la UCR:

"Todas las veces que apostamos a la renovación nos fue bien. Las ideas radicales están vivas, y cuando la sociedad sienta que corre riesgo de perder sus conquistas, el radicalismo va a estar ahí para defenderlas, desde el llano o desde el cargo", concluyó.