Con la Boleta Única de Papel se eliminan prácticas lesivas para el sistema democrático
En las próximas elecciones nacionales, los formoseños seremos protagonistas de un hecho trascendental: por primera vez dejaremos atrás la tradicional boleta partidaria —vigente desde la Ley Sáenz Peña de 1912— y votaremos con la Boleta Única de Papel (BUP). Un cambio que promete mayor transparencia, equidad y modernización del sistema electoral.

Un paso hacia la modernización democrática
En las próximas elecciones nacionales, los formoseños veremos un cambio profundo en la manera de ejercer nuestro voto. Por primera vez diremos adiós a la vetusta boleta partidaria, aquella que acompañó la historia electoral argentina desde 1912, y adoptaremos el sistema de Boleta Única de Papel (BUP). Todo un hito en la evolución de nuestra democracia.
Durante estos días, los distintos partidos políticos —instituciones esenciales según la Constitución Nacional— recorren la provincia para informar a los ciudadanos. En cada visita a comités y unidades básicas, explican las ventajas del nuevo sistema. Ojalá también resalten el enorme avance que significa abandonar un mecanismo obsoleto, plagado de irregularidades y desigualdades.
El final de un sistema arcaico
El robo de boletas, los altos costos de impresión y el caos del cuarto oscuro, especialmente agravado en Formosa por la ley de lemas, son algunos de los problemas que padecimos elección tras elección.
Para dimensionar el absurdo, basta con un dato de la Cámara Nacional Electoral: en los comicios de 2019 se imprimieron cerca de 800 millones de boletas. El Estado financió una parte, y los partidos debieron cubrir el resto con fondos propios. En promedio, se imprimen entre tres y cinco boletas por elector, lo que evidencia un sistema ineficiente y ambientalmente insostenible.
Ventajas de la Boleta Única de Papel
Con la Boleta Única de Papel se eliminan prácticas lesivas para el sistema democrático. El nuevo modelo reduce costos, protege el medio ambiente, evita el fraude por robo de papeletas y fortalece la transparencia electoral.
Además, el votante accede a toda la oferta electoral en un único documento, lo que facilita una elección informada y equitativa. Varias provincias argentinas ya transitaron este camino con éxito:
Santa Fe y Córdoba fueron pioneras en 2011.
Mendoza la aplicó parcialmente desde 2017.
San Luis la incorporó en 2023 a su código electoral.
Y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estrenó ese mismo año su modelo de Boleta Única Electrónica para elegir jefe de Gobierno y comuneros.
Cada experiencia demuestra que el sistema no solo funciona, sino que fortalece la legitimidad del voto y la confianza en las instituciones.
Un debate pendiente en Formosa
La Boleta Única representa un paso adelante hacia una democracia más moderna, pero también plantea un desafío político para nuestra provincia.
Es momento de debatir con madurez la derogación de la ley de lemas, una norma que perpetúa desigualdades y sostiene un esquema de poder concentrado.
El Partido Justicialista provincial se resiste a modificarla porque constituye una pieza clave en su estrategia electoral. Sin embargo, avanzar hacia nuevas prácticas no debería verse como una amenaza, sino como una oportunidad para fortalecer la voluntad popular y garantizar la igualdad de competencia entre las fuerzas políticas.
Cómo votar con la Boleta Única de Papel
El día de las elecciones, acercate a tu escuela habilitada para votar. En tu mesa, el presidente te entregará la Boleta Única de Papel.
Buscá tu opción preferida: en nuestro caso, Enzo Casadei por el Frente Juntos por la Libertad y la República.
Con una birome, marcá el casillero correspondiente.
Doblá la boleta por la línea punteada para preservar el secreto del voto.
Introducí la boleta en la urna y solicitá al presidente de mesa tu DNI y el comprobante.
Un proceso simple, ágil y transparente, que marca el inicio de una nueva etapa democrática para los formoseños.
Agustín Cantero
Delegado al Comité Nacional de la Juventud Radical