UNITAN certificó 65 mil toneladas de carbono y avanza hacia las 300 mil con forestaciones nativas en Formosa
La empresa es pionera en Argentina en obtener bonos de carbono con especies autóctonas, como el quebracho colorado. El proyecto combina sostenibilidad ambiental con producción apícola y silvopastoril.

El licenciado Antonio Gil, gerente de Relaciones Institucionales de UNITAN, brindó detalles sobre el proceso de certificación de bonos de carbono que la empresa desarrolla en la provincia de Formosa, con plantaciones en Villa 213 y Cabo I Noruega.
Gil explicó que se trata de un procedimiento largo y riguroso, sometido a auditorías internacionales cada dos años, y que coloca a UNITAN como la primera empresa del país en certificar bonos por forestaciones con especies nativas.
"Se parte de campos ya limpios, no se puede desmontar para forestar. Se describe un plan de manejo y se audita la evolución de las plantaciones, que capturan carbono de la atmósfera", precisó el directivo.
Bonos de carbono: cómo funciona el proceso
En su primer proyecto, UNITAN logró certificar 65.000 toneladas de carbono, equivalentes a 65.000 bonos emitidos, cada uno representando una tonelada de carbono capturada.
"Esos bonos son adquiridos por empresas cuya huella de carbono es deficitaria y que buscan compensarla", explicó Gil.
Actualmente, la compañía avanza con un segundo proyecto en Villa 213, que incorpora nuevos estándares ambientales. Entre las exigencias adicionales se incluyen monitoreos sobre biodiversidad, flora, fauna e insectos, con la instalación de detectores en el campo prevista para noviembre.
Proyección y compromiso ambiental
La empresa proyecta alcanzar las 300.000 toneladas de carbono certificadas a medida que se consoliden las forestaciones en curso.
"El potencial es enorme, pero la Argentina todavía no cuenta con una legislación específica. Por eso formamos parte de la Mesa Federal de Carbono, junto con referentes de México, Colombia y Perú", señaló Gil.
UNITAN basa sus forestaciones en el quebracho colorado, especie emblemática del norte argentino.
"Somos la primera empresa en el mundo que certifica bonos de carbono con una especie nativa como el quebracho colorado", destacó.
Producción sustentable y diversificada
Además del objetivo ambiental, el proyecto incorpora actividades complementarias que fortalecen su sustentabilidad económica y social.
"En Villa 213 tenemos entre 85 y 100 colmenas, y también ganado a pastaje. Eso permite generar ingresos sin alterar el proyecto original y mantener limpia la forestación", explicó el gerente.
Estas prácticas de producción apícola y silvopastoril buscan optimizar el uso de la tierra sin comprometer los objetivos ecológicos de la forestación.
"No se trata solo de plantar árboles, sino de sostener un sistema"
Gil subrayó que el mayor desafío es combinar rentabilidad con sostenibilidad, ya que las forestaciones demandan importantes inversiones en tierra, plantines, mantenimiento y manejo técnico.
"No se trata solo de plantar árboles, sino de sostener un sistema que combine rentabilidad con compromiso ambiental", concluyó.