"Si no hay respuesta, no hay votos": el duro reclamo de los Tobas a Insfrán
En Pozo de Maza, el oeste formoseño fue escenario de una de las protestas más fuertes de los últimos años contra la gestión del gobernador Gildo Insfrán. Bajo la consigna "Agua y respeto", la comunidad Toba marcó la cancha frente a las promesas incumplidas, la falta de diálogo y la ausencia de respuestas concretas, negándose a ingresar al predio donde se desarrollaba el acto proselitista del mandatario.

Un acto de rebeldía frente al poder
Los originarios se manifestaron fuera del predio, rodeando la camioneta oficial en la que Insfrán debía retirarse. Desde la tribuna, el gobernador intentó disciplinar a los referentes originarios y lanzó frases desafiantes. A uno de los líderes Tobas, hijo de un cacique enfermo, le advirtió: "Sos muy pendejo todavía para hacerte el rebelde, yo le conozco a tu papá". Y, en tono admonitorio, agregó: "Por capricho y de prepo no se consigue nada".
La respuesta de la comunidad
Desde afuera, la contestación fue inmediata: "Si mentir y usar a la gente es ser libertario: vos sos libertario", le gritaron mientras advertían que "el cambio está por venir". La comunidad reclamó perforaciones y agua potable que no llegan tras más de 40 años de gestión provincial, exigiendo respeto y políticas reales.

Salida bajo custodia policial
Al finalizar el acto, Insfrán se retiró del lugar con fuerte custodia policial. No saludó ni escuchó a los manifestantes, lo que incrementó aún más el enojo de los originarios, quienes lo acusaron de "darles la espalda" y de "usarlos en épocas de elecciones". Rodeando su camioneta, le recriminaron su desinterés y aseguraron que esta vez "esto va a cambiar en serio, esta vez".

Wichís se suman al reclamo
Tras la partida del gobernador, dirigentes wichí se solidarizaron con sus hermanos tobas y, en una improvisada asamblea, advirtieron: "El gobernador nos da la espalda, le importa un pito nuestros reclamos. Si no hay respuesta, no hay votos. Votamos Cambiemos". La escena dejó al descubierto la creciente tensión social y política en el oeste formoseño.
Un episodio que expone el hartazgo
El episodio en Pozo de Maza reflejó el hartazgo y la fractura de confianza entre las comunidades originarias y el gobierno provincial. A casi cuatro décadas de gestión, los reclamos por agua, infraestructura y respeto siguen vigentes y la paciencia parece haberse agotado.