Mensaje para los señores jueces y abogados del foro local
Conforme a las nuevas normativas internacionales, no es debe llamar a las personas privadas de su libertad, ni internos ni presos, sino individuos que se encuentran en un contexto de encierro.

La terminología empleada para referirse a las personas privadas de libertad, como "personas que se encuentran en un contexto de encierro", responde a diversos factores legales, éticos y de derechos humanos promovidos por convenios y tratados internacionales. Estas convenciones buscan garantizar el respeto y la dignidad de todas las personas, independientemente de su situación legal. Hemos encontrado los diversos fundamentos.
Derechos Humanos y Dignidad: El uso de términos que respeten la dignidad de las personas es fundamental en el marco de los derechos humanos.
Organismos internacionales como la ONU y organizaciones de derechos humanos abogan por un lenguaje que no deshumanice ni estigmatice a las personas privadas de libertad.
1) Convenciones Internacionales: Diversas convenciones y tratados internacionales establecen estándares para el trato de las personas privadas de libertad.
2) Por ejemplo, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (conocidas como las Reglas Nelson Mandela) subrayan la importancia de tratar a los reclusos con respeto a su dignidad y valor inherentes como seres humanos.
3) Rehabilitación y Reinserción Social: El lenguaje utilizado influye en la percepción y el tratamiento de las personas privadas de libertad. Un enfoque más humano y respetuoso contribuye a los objetivos de rehabilitación y reinserción social, ayudando a que estas personas se reintegren a la sociedad de manera efectiva y sin el estigma asociado a términos peyorativos.
4) Políticas Penitenciarias Modernas: Las políticas penitenciarias contemporáneas enfatizan la importancia de tratar a las personas privadas de libertad de manera que se promueva su rehabilitación y reintegración.
5) El uso de términos respetuosos es parte de un enfoque más amplio que incluye mejores condiciones de vida, programas de educación y capacitación, y apoyo psicológico.
En resumen, llamar a los presos "personas que se encuentran en un contexto de encierro" refleja un compromiso con el respeto a los derechos humanos, la dignidad individual, y la promoción de la rehabilitación y reinserción social.
Este cambio en la terminología es parte de un esfuerzo más amplio para humanizar el sistema penitenciario y asegurar que las políticas y prácticas cumplan con los estándares internacionales de derechos humanos.