Desesperados por la falta de respuestas, madereros de Palo Santo se preparan para llegar hasta el gobernador Insfrán
Mientras aseguran, una y otra vez, que la principal actividad del pueblo y de gran parte de sus colonias está completamente paralizada por "falta de sentido común" de funcionarios del "segundo escalón", por estas horas armonizan un documento para dejar en manos del gobernador Insfran.

Una treintena de productores de Palo Santo se reunió anoche, y debatió, por espacio de tres horas, las medidas a adoptar, en busca de destrabar la angustiante crisis que afecta, directamente a alrededor de 120 industrias, y a unos 600 carboneros que hace varias semanas dejaron de conseguir madera para elaborar sus productos. Es que, una inentendible burocracia para obtener los permisos necesarios para traer la madera de los montes está impidiendo el suministro regular.
"En las actuales condiciones, la autorización demora no menos de 90 días; toda una eternidad para nuestra actividad, porque hay un mientras tanto, y es el que estamos padeciendo", explicó el propietario de una carpintería de Palo Santo.
Y redondeó: "Hay que pagar a los empleados, la luz que se fue por las nubes, impuestos y otros rubros que forman parte de los gastos fijos que tenemos quienes nos dedicamos a la madera".
En el encuentro de este miércoles, quedó al desnudo el durísimo escenario que los azota: "El mes que viene debemos afrontar las facturas de luz; las cifras son astronómicas, van desde los 300 mil pesos, a los 1.5 millones; imposible; hay empelados municipales que recibieron sus boletas, y deben decidir si comer o quedarse sin luz", graficó uno de los presentes.
MEDIDAS BUROCRÁTICAS
En líneas generales hubo coincidencia en que se tratan de medidas burocráticas, de "funcionarios que no entienden el mundo de los madereros, esos que toman decisiones detrás de un escritorio, muy alejados de la realidad", planteó un maderero.
En ese plano, se acordó elaborar un documento para poner en manos del gobernador Gildo Insfran, detalles precisos de lo que está ocurriendo, y de lo que se necesita para revertir el cuadro.
"No hay sentido de la realidad; un fletero del pueblo fue demorado este lunes en el acceso a la capital, donde lo obligaron a hacer un importante pago por la carga que transportaba; la documentación que presentó, incluyendo autorizaciones y pagos, de nada sirvieron; actos como estos despojan a los trabajadores del acceso a lo básico para subsistir, atacando cruelmente a las familias", reveló una mujer que se mostró muy ofendida, en medio del encuentro.
Entre los grandes, medianos y chicos emprendimientos madereros, se conjetura que unas dos mil personas están directamente afectadas por una situación que sólo requiere una decisión administrativa, sustentada en el sentido común de los funcionarios.
Del mismo modo, se contabilizan en más de 600 hornos los que existen en Palo Santo y en sus colonias jurisdiccionales de Potrero Ñandú, Potrero Norte, Murúa, El Toro, San Jacinto, Los Matacos, El Progreso, Copo Blanco, El Resguardo, Estero Patiño, Estero Corá, Kilómetro 2, Colonia 15, quienes también son atravesados por el mismo cuadro.
La preocupación tomó niveles de angustia porque se trata de la materia prima clave para una parte de la provincia que moviliza su circuito económico a través de la madera, en medio de una crisis económica muy azuzada por la actual política económica.