ANGUSTIA Y PREOCUPACIÓN EN PALO SANTO: INDUSTRIA MADERERA Y CARBONERA EN RIESGO POR TRÁMITES DEMORADOS Y COSTOS ENERGÉTICOS
La atmósfera en Palo Santo está cargada de angustia y preocupación. Los industriales madereros y carboneros de la localidad enfrentan una situación asfixiante, que pone en peligro la subsistencia de miles de familias.
¿Cuál es el principal problema? La ineficiencia y burocracia de la oficina del Ministerio de la Producción, que demora más de noventa días en otorgar un permiso de extracción.
Este retraso administrativo se ha convertido en una pesadilla para los trabajadores del sector, que dependen de estas autorizaciones para continuar con sus actividades diarias. La demora no solo frustra la capacidad de planificación y producción, sino que también impide el flujo de ingresos, vitales para mantener a cientos de hogares.
"Cada día que pasa sin el permiso, es un día más de incertidumbre y ansiedad", comenta José Ramírez, un maderero con más de veinte años en la industria. "No sabemos cuándo vamos a poder trabajar de manera normal, y eso nos está llevando al límite".
A esta problemática se suma el preocupante aumento en los costos de la energía eléctrica. Los precios desmedidos están golpeando duramente a las industrias locales, que ven cómo sus márgenes de ganancia se reducen día a día, haciendo inviable el sostenimiento de sus operaciones.
La situación se agrava aún más si consideramos el contexto económico actual, caracterizado creciente precariedad laboral. Las familias de Palo Santo dependen en gran medida de la industria maderera y carbonera, un sector que históricamente ha sido el pilar económico de la comunidad.
"Estamos desesperados. No sabemos a quién recurrir. Necesitamos una respuesta inmediata del Ministerio de la Producción", añade María López, otra afectada por la prolongada espera del permiso. "Si esto sigue así, muchas familias van a quedar en la ruina".
La comunidad de Palo Santo clama por una solución urgente. Solicitan al Ministerio de la Producción agilizar los trámites y otorgar los permisos de extracción sin demoras adicionales, permitiendo así que los industriales puedan retomar sus actividades y garantizar la subsistencia de miles de personas que dependen de este sector.
Esta es una llamada de auxilio de una comunidad entera que lucha por no desaparecer. Las autoridades deben actuar de inmediato para frenar la asfixia económica y devolver la esperanza a Palo Santo.