La propiedad de la tierra: Un obstáculo para el progreso en Formosa
A pesar que el actual senador por nuestra provincia en representación de la LIBERTAD ABANZA, Francisco Paoltroni, brega constantemente por visualizar la problemática de la propiedad de las tierras tanto urbanas como rurales , la situación continúan sin que exista un atisbo de mejora en el tratamiento de esa insegura situación
Formosa, la provincia más pobre del país, enfrenta un desafío central que obstaculiza su desarrollo y pone en riesgo el futuro de sus habitantes y es como se ha expresado la incierta situación de la propiedad de la tierra.
Gran parte del territorio de esta provincia se encuentra en manos del Estado, mientras que el resto está habitado por personas que no poseen títulos de propiedad sobre la tierra que cultivan o en la que viven.
Esta situación genera una profunda sensación de inseguridad y una incapacidad para invertir, tomar créditos y, en consecuencia, progresar.
La trampa de la inseguridad y el subdesarrollo
La falta de títulos de propiedad empuja a los habitantes de Formosa a una trampa de inseguridad jurídica que limita su capacidad para acceder a financiamiento, ya que los bancos y otras instituciones financieras exigen garantías que estos pobladores no pueden ofrecer.
Sin poder demostrar legalmente la posesión de su tierra, los agricultores y pequeños empresarios se ven atrapados en una economía de subsistencia, donde la inversión para mejorar la producción o diversificar actividades es prácticamente imposible.
Esta ausencia de seguridad jurídica se traduce en una menor capacidad de consolidar negocios, generar empleo y fomentar un entorno propicio para el desarrollo económico.
Los formoseños, atrapados en esta realidad, observan con desesperanza cómo sus esfuerzos por crecer y mejorar sus condiciones de vida se ven permanentemente truncados.
El éxodo rural y sus consecuencias
La consecuencia más visible de esta problemática es el creciente éxodo rural. Las oportunidades limitadas y la falta de futuro llevan a muchos jóvenes a abandonar sus hogares en busca de mejores perspectivas en los grandes centros urbanos. Estos cinturones urbanos, sin embargo, no siempre son la tierra prometida.
Lejos de encontrar estabilidad, muchos jóvenes formoseños se convierten en presa fácil de redes de narcotráfico o de organizaciones criminales dedicadas a la trata de personas. La falta de alternativas y el desarraigo los dejan expuestos a estos peligros, exacerbando aún más la crisis social que atraviesa la provincia.
 
                    Una luz de esperanza: la regularización de tierras
Frente a este panorama desalentador, expertos y organizaciones no gubernamentales, con el senador Francisco Paoltroni a la cabeza, señalan que la regularización de la propiedad de la tierra podría ser la clave para liberar el potencial de Formosa.
Otorgar títulos de propiedad a los habitantes no solo les brindaría la seguridad y la posibilidad de inversión que hoy les falta, sino que también conduciría a una mayor estabilidad económica y social.
Reclamos de grupos sociales y comunidades rurales han cobrado fuerza, aunque solapadamente y sin la contundencia necesaria y las autoridades provinciales y nacionales parecen cada vez más conscientes de la necesidad de abordar esta situación.
Si bien el camino hacia la solución es complejo y requiere de un esfuerzo concertado, la regularización de la propiedad podría ser el primer paso hacia un futuro más próspero para la provincia.
Formosa debe enfrentar sus desafíos estructurales para cortar el círculo vicioso de pobreza y subdesarrollo. La esperanza reside en una acción decidida y sostenida que devuelva a los formoseños la certeza de que, con títulos de propiedad en mano, pueden aspirar a un futuro más prometedor.
 
            