Gael, un niño de dos años y medio, fue llevado por sus padres al Hospital de Ibarreta por un cuadro de febril y falleció en condiciones poco claras para la familia. Denuncian que fueron a la guardia a las cinco de la madrugada, le aplicaron un suero a las siete y que el médico apareció recién a las 10 de la mañana. Le habrían aplicado un corticoide, se le dificultó la respiración, fue trasladado a terapia intensiva y finalmente falleció. Piden explicaciones y que los responsables terminen tras las rejas.
En diálogo con La Mañana, Griselda Maza, abuela del pequeño, relató la dolorosa experiencia que les tocó vivir. “El jueves 28 mi hija y mi yerno trajeron a Gael al hospital por un cuadro de fiebre, pero acá no lo quisieron atender. La gente de enfermería estaba en el hospital, pero el doctor no quiso salir de su casa y desde allí, por teléfono, le recetó ibuprofeno a mi nieto y lo mandaron de regreso con la recomendación de que, si no mejoraba, lo trajeran de nuevo”, relató.
“El viernes 29, a las cinco de la madrugada, como no le bajaba la fiebre, sus padres lo trajeron de nuevo al hospital y les dijeron que esperen que ya venía el doctor. Esperaron mucho y mi nietito seguía con fiebre. A las siete de la mañana, Gael continuaba con fiebre y se le estaba secando su boquita, lo atiende un enfermero y le pone un suerito para hidratarlo y le dicen nuevamente que sigan esperando que ya viene el pediatra”, comentó con la voz entrecortada.
Los padres del pequeño siguieron aguardando mientras él lloraba no sólo por el dolor de garganta, sino por el suero. “A las 10 de la mañana recién llegó el doctor y vino malo, porque decía que lo molestan por cualquier pavada y le suministró corticoides. Le dijo a mi hija que seguro mi nietito iba a llorar, pero que eso era normal. Luego comenzó a ponerse morado, a hincharse y a no poder respirar. A gritos pidieron por el doctor, vino y se lo llevó a Terapia Intensiva”, detalló la compungida abuela.
“Algunos profesionales, por el pasillo le gritaban que lo salve y el doctor le mandó con todo el oxígeno, lo hinchó y le rompió las fosas nasales. De eso hay fotos y videos”, aseguró.
Los padres y la abuela de Gael pidieron explicaciones, solicitaron saber qué pasó, pero, ante la falta de respuestas, “mi yerno radicó la denuncia el sábado por la mañana”, confirmó Griselda Maza.