En uno de esos sitios se pudo leer que “son muchas las profesiones y fuentes de trabajo que se encuentran afectados por las prohibiciones. Entendemos que la situación es de cuidado y por ese motivo distintas academias de danzas y de Pilates, entre otras, presentaron sus debidos protocolos a fin de poder activar su profesión. Toda nuestra solidaridad y apoyo a estos trabajadores olvidados”, señala la adhesión al “cacerolazo virtual”.
En otro lugar se aclara que “no somos opositores, no somos un partido político, somos trabajadores que nos estamos fundiendo y no recibimos respuestas coherentes, más que la respuesta irónica y burlona de un ministro del Gobierno”.
“Sr. Ministro nuestra duda es si los del sector privado, los comerciantes, bares, gimnasios, zapaterías, boutiques, jugueterías, regalerías etc. somos parte de esa hermosa familia que menciona en las conferencias de prensa. Si es así, háganos saber porque nosotros nos sentimos huérfanos”, advierten.
En otro posteo, se denuncia “la triste realidad de los comerciantes formoseños, que no tenemos la suerte de haber elegido una actividad de las hoy llamadas esenciales”.
“Duele mucho ver a 50 metros de nuestros locales a los supermercados, bancos, farmacias, ferreterías y otros rubros, algunos de los cuales han sido sin duda hasta favorecidos con esta pandemia, con gente haciendo cola afuera del local, adentro en sus cajas y con los pasillos llenos, mientras nosotros nos fundimos”, manifiestan.
“No pedimos romper protocolos ni permisos para salir de la ciudad para irnos de vacaciones, sólo queremos ejercer nuestro derecho al trabajo. Pedimos encarecidamente y desesperadamente a nuestras autoridades que tengan compasión de nuestra situación”.